Nació en Roma el 21 de abril de 1795, en una casa de la calle Pellegrino. Estudió en la escuela del Colegio Romano y en el Archiginnasio. Desde joven mostró amor por la oración, la disciplina, el ayuna y la flagelación.
En el 1818 fue ordenado sacerdote y, a pesar de pertenecer al clero secular, se inscribió en tres órdenes religiosas, como terciario dominico, mínimo y franciscano.
Para dar una actuación concreta a su visión de restauración católica, Vicente creó la Unión del Apostolado Católico, que se realizaría con el apoyo de laicos, cada uno según su propia disponibilidad o capacidades, asociándose a la misión sacerdotal del clero; en este sentido, buscó constantemente de establecer una relación profunda con los jóvenes.
Llamó a hombres y mujeres de todas las condiciones y estados, desde los que pertenecían al patriciado romano hasta los comerciantes, de profesionales a obreros, ya que estaba convencido de que todos podían ser apóstoles.
El primer reconocimiento jurídico de la Pía Unión Apostolado Católico data del 1835, de parte del cardenal vicario Carlos Odescalchi y la bendición apostólica del papa Gregorio XVI.
La Unión se abocó principalmente a las misiones, y para ello estableció que el objetivo principal de la Sociedad sería la promoción del establecimiento de colegios para la preparación de los misioneros.
La actividad externa de la Sociedad no se limitó jamás a un campo particular de la fe: su fisionomía característica consistía justamente en la universalidad de las obras y los miembros; capaz de adaptarse a las necesidades de los lugares y de los tiempos.
En 1846, durante un período de reposo en Camaldoli, don Vicente organizó la disciplina de la Unión, y redactó su regla en un compendio de treinta y tres puntos, en homenaje al número de los años de Cristo; el vínculo que debía mantener juntos a todos los miembros era aquel que derivaba del acto formal de perfecta y total consagración de uno mismo a Dios y de perfecto alejamiento del corazón del mundo…
Murió en Roma el 22 de enero de 1850. Sus restos fueron expuestos en la iglesia romana de San Salvador en Onda, donde reposa hasta nuestros días bajo el altar mayor. Fue beatificado por el papa Pío XII (1950) y, finalmente, fue proclamado santo por el papa Juan XXIII en 1963. Fue definido por el papa Pío XI come un verdadero precursor de la Acción Católica.
